martes, 7 de abril de 2009

POESÍAS. Alberto Martín.

OBERTURA

Fue el sol quien, derrotado al crepúsculo guardó silencio. Fue él; grande, poderoso, severo…

Fue él, quien murió solo. Al igual que el hombre y su mente se encuentran ancianos. Al igual que la empírica alma encuentra libertad; su luz iluminando el ímpetu grandioso, divino, esplendoroso… Fue lo que rompió la verdad en los límites de lo real. Intentando volar, intentando escapar… Por los eximios caminos que en su vida atrapa: libertad, esperanza, paz…

El tiempo nace en él, su poderío le atrapa. Las sombras –su único enemigo- junto a él cabalgan. La vida, la muerte. Sus principales palabras.

Fue el Sol, quien derrotando al crepúsculo guardó silencio. Fue él; grande, poderoso, severo… Fue él quién murió solo.


EL TIEMPO

El tiempo: Predador inefable
O presa inteligente.
Amigo de la razón cobarde,
Destructor de la mente.
Avanza, conquista,
Arrastra…
Aliado de la muerte.
Miserable tiempo,
Perturbas la paz
De los hombres.
Alimentas,
Mantienes: Tu enfrentamiento
Con su alma.

Demacrado aspecto
Das a tus siervos vivientes,
Víctimas de tu afán somnoliento:
Como coños hambrientos ellos te persiguen;
Feroces, sedientos de placer…
A espera de una polla eterna, que
Aniquile su miedo a envejecer.


Bueno, esta vez son poesías de un nuevo colaborador. Muchas gracias.

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